Blogia
northern sky

volver

Ya hace cuatro meses que empezó el año. Cayendo en el tópico diré que me parece que fue ayer. Cuatro meses...y ni un sólo minuto para escribir aquí. Bueno, hubo algún que otro intento, pero al final la pereza me venció. La pereza...y también la sensación de que tampoco puedo decir todo lo que pienso ni siento en este espacio. Supongo que ese factor al fin y al cabo pesa más de lo que me parecía.
Sí, tener un blog está bien, queda muy "in" y demás chorradas, pero yo no puedo decir las cosas del mismo modo en que lo haría en un diario (oh,mi añorado diario...). No soy tan exhibicionista. No puedo abrir mi alma de esa manera...lo he intentado alguna vez, pero no.
Por otro lado, tampoco creo que sea bueno. No todo tiene por qué saberse. Está bien tener cosas que no compartes con nadie más. No sé, quizá la mayoría de gente en sus blogs tiene eso claro, pero yo tenía ciertas dudas. Sí, siempre pequé de ingenuo. O bien, quizá lo que pasa es que la función de un blog no es esa, sino simplemente la de un espacio donde poder hacer gala de nuestras filias y fobias para que quede bien clarito al resto del mundo.
En ese caso...quizá no tenga mucho sentido seguir manteniendo este espacio en activo (bonito eufemismo después de no publicar durante más de 4 meses!)
No sé, pero hace tiempo que no me siento con fuerzas de luchar por gran cosa, de denunciar esas pequeñas injusticias cotidianas, o mundiales, que antes tanto me indignaban y que me hacían llenar de comentarios "político-sociales" mi programa de música en (la ahora tan lejana) Radio Hospitalet.
Me asusta pensar que ya, (tan pronto?), a los 25 me haya vuelto un escéptico a quien todo se la suda y que sólo piensa en cómo montárselo para poder ir sobreviviendo.
Me gustaría estar equivocado, y que todo esto sólo sea producto de la alienación que produce estar viviendo durante largo tiempo en un país extranjero. Pero no lo tengo demasiado claro. Hay gente que lleva sus luchas y sus convicciones consigo a donde sea. Sin embargo, parece que yo los dejé en tierra antes de coger el tren hacia París en aquella lejana noche de septiembre.
Sí, empiezo a sentirme vacío por dentro, sin nada por lo que luchar o morir. O mejor dicho, sin ganas de luchar o morir por nada. Y yo no era así. Yo creía en ideales, y, aunque siempre he tendido a apreciar (quizá demasiado) la vida, sí que estaba dispuesto a luchar.
Me gustaría volver atrás, justo el tiempo necesario y parar en ese punto en el que mi vida, al coger una de esas curvas pronunciadas por las que acostumbra a circular, perdió las ganas de luchar y la esperanza en el ser humano en general.
El escepticismo y la desidia son unas enfermedades terribles. Lo peor es sentir que han entrado en mi interior y no tener la certeza de ganar esta batalla.

Estoy tan cansado...

Pero no todo es tan negro. En la oscuridad hay esperanza.

Hoy he vuelto a escribir.

2 comentarios

el autor -

"Nombre", como la canción de Extremoduro,te diré "necesito droga y amor" ;) (del Lp: Somos unos animales). Quizá eso me pondría de mejor humor...pero tampoco estoy tan seguro.

nombre -

Te veo un poco pesimista...a veces todo se ve negrísimo y a la gente que te trata de animar la ves como un gilipollas pq no esta en tu situación. Pero un día se está increíblemente triste y otro, sin motivos, feliz. Un día te duele la cabeza, otro no. Algo te pondrá de buen humor